jueves, 17 de diciembre de 2020

 

Las Comunidades Cristianas Populares de Zaragoza ante la LOMLOE


Opinamos que la llamada Ley Celaá, la última ley educativa que regirá la vida de los colegios e institutos, seguirá manteniendo los privilegios de la iglesia católica, entre ellos, la religión (en el currículo y en el horario lectivo obligatorio), segregando al alumnado en función de las creencias; seguirá pagando al profesorado de religión nombrado por los obispos, además, de seguir permitiendo que en los centros escolares de la red pública haya símbolos religiosos. 

Apostamos por un Estado democrático que por su naturaleza debe ser laico, lo que no quiere decir que rechace o excluya a la religión. El laicismo protege todas las creencias, también las religiosas, en su desarrollo individual, pero protege igualmente a la sociedad de todas ellas. Sin embargo, contradiciendo los propios programas de los partidos del actual cogobierno, las religiones, (católica, musulmana, evangelistas, etc.) seguirán formando parte del currículo escolar. 

Entendemos que el problema no está en que exista una escuela concertada, no es
cuestión de demonizarla cuando hay colegios que son ejemplo de inclusión e igualdad.
El problema es cuando se pretende la segregación del alumnado por razones socioeconómicas o de otra naturaleza. Hay escuelas públicas, sobre todo en los distritos más empobrecidos de nuestras ciudades, cuyas aulas están llenas de niños/as de familias excluidas o empobrecidas, mientras las demás familias envían a sus hijos a colegios religiosos. Es el perfecto patrón para mantener el sistema de clases en el país. 

Pensamos que en la escuela la educación en valores debería pivotar sobre tres ejes: ética universal, basada en los derechos humanos; educación para la ciudadanía, fundamentada en un Estado Social y Democrático de Derecho, que no está determinado por ninguna religión; y, por último, incluir en el currículo escolar la historia de las religiones, un hecho transversal de la sociedad a lo largo de los siglos.

La posición de la jerarquía católica, en muchas ocasiones de espaldas al Evangelio, pretende volver a tiempos pasados, a una cultura única, sin libertad y sin pluralidad. 

Apostamos por una educación laica, igualitaria, incluyente y científica, que forme una ciudadanía libre, preparada, moderna y respetuosa. Una escuela que enseñe desde el cultivo de nuestras "cualidades humanas más profundas" la dignidad de toda persona. 

Comunidades Cristianas Populares de Zaragoza. 16 de diciembre de 2020.

Las CCP de Zaragoza participamos de la opinión 
de las CCP de Andalucía y nos sumamos
a su manifiesto

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