lunes, 28 de noviembre de 2022


Se acaba de celebrar el XXI Encuentro de
las comunidades cristianas populares
de Andalucía; ofrecemos el
inspirador manifiesto final de dicho Encuentro  

Comunicado del XXI encuentro de CCB de Andalucía.

Reunidos en el Morche (Málaga), durante los días veinticinco 26 y 27 de noviembre de 2022, creyentes de la iglesia de base de Andalucía (y de otras regiones de España) en el XXI encuentro andaluz de Comunidades Cristianas de Base, en torno a lema "Seguimos caminando con la Humanidad", hemos consensuado -a modo de declaración pública- el siguiente MANIFIESTO:

1. Inspiradas por las olas de un pacífico y cálido Mediterráneo, que hemos convertido en una gran fosa común, gritamos a nuestra manera, en un gran Círculo de Silencio, que "NO queremos más muertos en el Mediterráneo", y en ese sonoro grito, resonaron algunos testimonios que rompieron un enmudecedor silencio.

2. Las danzas del mundo que bailamos, fueron y deberían de ser nuestra natural forma de interiorización, de relación y de compromiso y, como tal así lo vivimos y disfrutamos.

3. Con Emma Martínez Ocaña nos adentramos en la necesidad de repensar nuestra fe, preguntándonos ¿Qué Dios? y ¿Qué Cristianismo?... más allá de esas religiones que se distancian, cada vez más, de una verdadera espiritualidad humana y cristiana basada en los relatos de Jesús

4. Vivimos en un sistema capitalista y ecocida que, como decía el Papa Francisco, es un sistema que descarta y que mata la vida.
Nos han anestesiado, hasta tal punto, que no somos conscientes de la plena realidad que nos han secuestrado y que nos imponen como un bloque monolítico de cemento.
Pero ese muro tiene sus grietas y en ellas podemos sembrar semillas de esperanza que tarde o temprano terminarán por resquebrajar ese bloque.
Unas grietas o espacios que ya estamos abriendo desde los movimientos ecologistas, feministas, pacifistas, indigenistas... y otros movimientos que luchan por la igualdad y la justicia social.
En definitiva, que tenemos que ser agrietadoras y sembradoras de esperanza; y para ello, funcionar más con la razón cordial (del cordis), esa que viene del corazón, uniendo mente y corazón y viviendo con pasión esa apertura de grietas y de lucha por la vida.

5. José Arregui nos ayudó a repensar una espiritualidad con o sin religión, no relacionada con un "espíritu" contrapuesto a la "materia".
Nuestro modo de ver la hondura de la vida, debería hacernos sustituir un ya insostenible paradigma dualista, para irnos con el buen Jesús de Nazaret, más allá de las viejas creencias ritos y normas religiosas
La realidad actual -y las últimas encuestas- demuestran que: a más desarrollo, más decae la religión; una religión que, por otra parte, tiene los días contados.
Sin embargo, el espíritu sigue soplando por donde quiere, ya que -por suerte- al viento no se le puede agarrar, ni al agua se le puede retener.
Seguimos caminando con toda la humanidad.
Por eso, en este encuentro, en el que no hemos olvidado los conmovedores retos que nos presentan la sociedad actual, en la que bajo la inspiración de los valores y talante de Jesús de Nazaret queremos acompañarlos en su crecimiento y humanización.
Seamos agrietadoras del sistema y sembradoras de esperanza.

En Torrox, a veintisiete de noviembre de 2022

viernes, 25 de noviembre de 2022

 LA INGENUA LOCURA DE QUERER DEMOSTRAR A DIOS

(Pedro Miguel Lamet)
La gente se pregunta: ¿Creo en Dios? La gente te pregunta: ¿Crees en Dios?

E inmediatamente aparecen los argumentos en pro y en contra. Discuten si sirven las pruebas filosóficas de Santo Tomás; si se puede probar su existencia o no con la razón; si es cuestión de fe, y un largo etcétera en el que se han debatido pensadores y teólogos a lo largo de la historia.

La clave está en que cuando lo metes en un “concepto”, es metafísicamente imposible tan siquiera hablar de Dios. Dios no es “la idea” que tenemos de Dios. En cuanto lo infinito entra en nuestra cabeza finita y contingente, se convierte en una caricatura fatal.

Recuerdo que a un amigo que tenía muchos problemas, durante una meditación le hablé una vez de Dios Padre. Se turbó profundamente, porque había tenido un padre prepotente, egoísta y maltratador. No digamos nada, la imagen que en muchas catequesis hemos recibido como juez implacable, o, en el otro extremo, melifluos sagrados corazones sulpicianos, una sensiblería decadente.

Nos han presentado retratos y conceptos de Dios que nos dan miedo, nos hacen sentirnos culpables y en muchos casos tan solo con liberarse de ellos volvemos a respirar. Quizás por eso ahora abundan los ateos y agnósticos.

¿Qué hacer entonces? Primero renunciar a tener un concepto mental de Dios. Si Dios es una realidad, debe captarse por sí misma, directamente, sin filtros, sin razonamientos, igual que cuando uno se enamora.

Diréis: “Pero nadie ha visto a Dios. Si fuera visible, todo el mundo creería”.

Claro, el problema es que desde la Ilustración en nuestro mundo occidental lo que adoramos es a la diosa Razón. Hemos engrosado la cabeza por encima de las demás facultades, como la intuición, la identificación connatural de los artistas, la vena mística.

“No la toquéis ya más, que así es la rosa”, decía Juan Ramón Jiménez.

No pienses en Dios, no lo definas, porque es indefinible. Déjate invadir de una mirada, una flor, un crepúsculo, un amanecer, incluso el abismo de una experiencia límite. Tampoco intentes sentir a Dios a base de esfuerzo, de cerrar los puños. Fluye con el río, con los aconteceres de cada día, sé mar en el mar, niño con el niño, brisa con la brisa, nada con la nada.

Vive el “ahora” como un agujero de la Presencia. No violentes nada. La vida es fluir, sin retrotaerte al pasado o inquietarte con el futuro. No pienses. No intentes tirar de la cuerda para que baje Dios como un muñeco de feria.

Deja que en ti sea. Descansa en “ese no sé que queda balbuciendo”, sin pensarlo, sin calificarlo. Por eso los grandes místicos hablaban de la Nada y se hundían en el inefable vacío de una noche que oculta la Luz.

Algunos de mis lectores me dirán: “¡Qué difícil!” Es difícil, sí, cuando intentas llevar tú el volante, y fácil cuando abandonas todo protagonismo. El ego, causa de todos los sufrimientos, no es capaz de eliminar al ego. El ego se disuelve solo por el abandono de sí y el contemplar más allá.

Déjate de una vez. Eres el Ser que está detrás del hacer.

Pedro Miguel Lamet

domingo, 13 de noviembre de 2022

 El sábado 12 de Noviembre
se celebró el encuentro anual
del Foro Cristiano de Zaragoza
que giró en torno a la
NOVIOLENCIA
VII Encuentro del Foro Cristiano de Zaragoza

"Apostemos por la Paz. Si a la cultura del Diálogo"

 

Lo contrario a la paz no es la guerra, sino la violencia rectora que domina nuestro paradigma global de dominación-violencia

Hemos de abordar los conflictos, los disensos, como lugares donde aprender

¿Cómo es posible que sabiendo más del militarismo y sus manifestaciones, no tenemos una agenda más eficaz para enfrentarlo?

Hay que incorporar la experiencia pacifista a otros ciclos de movilización social

La cultura noviolencia va mucho más allá del no a la guerra, es un paradigma de convivencia humana

Después de una oración con la que comenzamos el encuentro, Pere Ortega. licenciado en Historia Contemporánea y posgrado en Hacienda Pública, presidente honorario del Centro Delas de Estudios por la Paz, profesor en la UOC y analista de temas depaz, noviolencia, desarme y conflictos, Joan Morera, jesuita, licenciado en teología por la universidad Gregoriana de Roma, con una tesis que compara la noviolencia del Siervo Sufriente de Isaias y de Jesús de Nazaret, autor de varios estudios sobre desarme, paz y noviolencia de la serie Cuadernos del Centro de Estudios Cristianismo y Justicia, y Koldobi Velasco, trabajadora social, activista en perspectiva de la noviolencia, feminista, ecologista, y antirracista, miembro de REDESCAN, Baladre, IRG, y miembro de la Red Canaria por los Derechos de las personas migrantes, siendo profesora asociada en la Universidad de las Palmas de Gran Canaria. moderando el conversatorio José Ramón López Goni, miembro de Zaragoza en Común, activista del colectivo antimilitarista Mambrú y perteneciente a la Acción Católica General de Zaragoza comenzó un diálogo entre las personas antes citadas y el público con un modelo de debate alejado de las ponencias formales y más basado en un conversatorio en el que podían intervenior todas las personas.
En la página web del Foro Cristiano puedes ver las reflexiones que se volcaron en las distintas intervenciones.

Después de la consabida fotografía de todos los intervinientes, realizamos un acto público en la plaza del Pilar, leyendo y escuchando el cuento Alerta, pero sin alarmarse (cuentos de la periferia), terminando con la música de Jorge Drexler, La guerrilla de la concordia. 

sábado, 5 de noviembre de 2022


 Estas son las claves del documento de trabajo para la Etapa Continental del Sínodo: “Es necesaria una reforma permanente de la Iglesia, de sus estructuras y de su estilo”

El documento subraya la necesidad de “asumir ministerios estables, ejercer una corresponsabilidad real en el gobierno de la Iglesia, dialogar con las otras Iglesias y con la sociedad para acercarse fraternalmente a los alejados”, y constata las discusiones, sin toma de postura definitiva, en los temas polémicos, como el papel de la mujer, el acceso a la comunión de divorciados vueltos a casar, las reformas en los ministerios o las bendiciones de parejas gay

miércoles, 2 de noviembre de 2022

 

La Agenda Latinoamericana Mundial 2023 está dedicada a la Resiliencia Comunitaria. Para presentarla contamos con la presencia de Miguel Montenegro, Director de la Comisión de Derechos Humanos de El Salvador (CDHES), organización tan resiliente que lleva 40 años de trabajo en la Defensa y Promoción de los Derechos Humanos en aquel país.

Cuando hablamos de resiliencia hablamos de personas y comunidades capaces de resistir la presión que infligen las fuerzas de la adversidad, que doblan, deforman hasta romper vidas, la paz y la esperanza de garantizar la vida del hoy. Hagamos comunidad, reencontrémonos si la adversidad nos ha distanciado, levantémonos para actuar y resistir, porque los tiempos difíciles no han terminado.