viernes, 28 de julio de 2023

 Nueva respuesta a la carta 
de J.I.González Faus


NI EL HÁBITO HACE AL MONJE NI EL VESTIDO A LA MUJER


Hace bastantes décadas sí que la vestimenta definía a la persona. La sotana determinaba el
carácter sagrado del sacerdote y el traje recatado y negro la honestidad y la sumisión de la
mujer. Hoy no. Cada uno viste como quiere y así hay directoras de banca en vaqueros y cajeros
de supermercado con deportivas de lujo.
Y digo esto porque me ha sorprendido mucho la carta de José Ignacio González Faus a Yolanda
Diaz. No es la imparcialidad de su profetismo. Critica, sin querer darle importancia, algo que le
parece de poca monta pero a la vez lo constituye en la razón poderosa para no votarla, en
contra del sabio discernimiento, de los nobles sentimientos de justicia que siempre le han
caracterizado.
Si fuera por el vestido (la sotana) yo no me hubiera acercado a eso que puede significar Dios.
Esa prenda fea, lavada y planchada por feligresas devotas o hermanos coadjutores al servicio
de los “padres”; de tergal, una fibra sintética de última moda, que teñía de negro el “Evangelii
Gaudium”, la alegría de vivir, y que ha sido usada como medio de imposición y ostentación de
una pureza muerta, celibataria, pretendidamente impuesta por la divinidad. Comprada entre
otros recursos con las rentas bursátiles de los donativos de los feligreses. Son reminiscencias
de un tiempo pasado todavía vigente, como los disfraces electorales.
Nos queda mucho por limpiar en casa antes de escobar fuera. Si en Yolanda el vestido ritual es
parte de su estrategia política y de su función representativa, en otros se ha hecho de la
vestimenta ritual un instrumento de errónea autoridad, y de los templos, por cierto vacíos por
dentro, un lujoso hogar y vestido para la divinidad. No han sido tanto comprados a la
explotación laboral cuanto expropiados o inmatriculados a cambio de alguna connivencia
política o imposición dogmática.
Su crítica social a la moda de expolio y muerte queda eclipsada por la importancia excesiva que
le da al vestido y a la estética personal y traicionada por dirigirse solo a la mujer y a la
izquierda. ¿Te has fijado como van de repeinados y acicalados muchos políticos varones y qué
trajes llevan? ¿Con qué vestidos, con que rostro, se ha dibujado la figura divina, dorada y
aterciopelada, de mitra y cucurucho para representar ya de entrada una condición divina
autoritaria?
Echo en falta aquí el mismo tratamiento para todos los parlamentarios, varones y mujeres. Me
duele que siendo quizás Gonzalez Faus, la persona que mejor ha sabido traducir e interpretar
en el pasado siglo a Jesús de Nazaret no acabe de hacerlo ahora ante esta ciudadanía
desafecta de la religión, posmoderna y vitalista. Me duele porque muchos nos hemos
implicado en la construcción de Sumar, la primera unidad de la izquierda y bien avenida con el
centro izquierda, formaciones ambas que a mi entender responden mejor a la solidaridad que
al egoísmo, concreción de ese talante evangélico en el que Jose Ignacio tanto ha insistido
frente a la religión del blanqueo sepulcral
Se confunde Jose Ignacio cuando en este momento político deja de votar a una persona, cuyos
valores aprecia, y mucho, solamente por su vestimenta injusta y deja de votar solidaridad
abandonando la decisión colectiva en manos del posible egoísmo de una derecha
envalentonada y, en algún caso aplaudida episcopalmente. Pide coherencia pero no a todos ni
por un igual, quien es una de las personas más coherentes que he conocido, en una institución
que solo mirada por algunos hechos sería la menos elegible. Una Iglesia que se viste ritual o
teatralmente como la política, con bordados de seda y oro para “agradar” e incitar a un Señor,
varón omnipotente, dador de favores. Ese no es el significado del indecible impulso de la
Bondad que se suele mal decir y a quien le ponemos nombres o vestidos siempre
inapropiados.
He participado activamente en la campaña de Sumar. Algo también debido a lo que de ti
aprendí: un talante moral de izquierdas, un revolucionario posicionamiento junto a los pobres:
la moralidad del publicano no engreído de su doctrina y de sus propuestas de salvación, que
primero mira en su ojo propio; la del samaritano y la samaritana que siendo ambos
despreciados, a pesar de ello, el primero practica el amor personal y cívico y la segunda da de
beber al extranjero sediento pareciendo ella también una mujer repudiada. ¿Vestía
decentemente o a la moda? Es la izquierda moral del perdedor, la del joven que ni estudia ni
trabajar y se va de casa, y que cuando vuelve, la derecha moral del hermano mayor se enfada
Por eso no es lo mismo votar a la derecha que a la izquierda. Y no se puede traicionar esa
moralidad por cuestiones parciales como el vestido, las uñas o la excitación sexual.., ni negarse
a votar porque no se haya conseguido consensuar dos temas especialmente difíciles de
conciliar, porque en ellos se dirimen esas dos opciones estructurales de la solidaridad o el
egoísmo. Allí se enfrentan el “medre quien pueda” o el “vamos a tirar juntos del carro”.
Tu teología ha sido una obra creativa de adaptación, el impulso hacia “una nueva humanidad”
más que hacia esa vieja religión que desprecia el cuerpo y reniega de la hermosa y conciliadora
sexualidad. Ojalá los hombres, que no solo somos machos, ni cuerpo verde y alma celestial,
sino sobre todo personas, ciudadanos de la tierra, del amor sexuado, y de la belleza que
seduce para la bondad, aprendiéramos el detalle de presentarnos agradables a los demás.
Virtud que la mujer cultiva con más esmero y más cuanto mayor se hace. No niego que hay
algo de ese deseo erótico en el resultar atractivo y atractiva. Lo que no seduce no induce y la
letra con gusto entra y porque también los lirios del campo se visten de gloria
Estamos mayores, Jose Ignacio, el cambio de época es muy fuerte. Yo mismo me siento ya
inadaptado buscando esa Internacional de la Esperanza de traje sencillo que tú llamas Reino
de Dios. Pero quizás, buen y querido maestro, nos ha llegado el tiempo de explicarnos con
mayor actualización y que otros nos releven en la construcción de la “nueva humanidad”. Es
una sugerencia de un pequeño fariseo vestido de publicano sin por ello desamor alguno.

Santi Villamayor, Zaragoza, julio 2023

jueves, 27 de julio de 2023

El artículo del teologo jesuita
J-I.González Faus,
"Carta a Yolanda Diaz"
publicado en Religión Digital,
ha causado desconcierto y estupor.
Nos hacemos eco de la réplica
que hace al artículo "Mujeres y Teología"
y que susbcribimos en su totalidad

Dueñas de nuestros cuerpos: ¿Qué te pasa, González Faus?

Queridas compañeras,
después de leer con estupor el siguiente artículo que nuestro en otros momentos respetado 
González Faus escribió a raíz de las elecciones, no hemos podido por menos 
que plasmar toda esa indignación que nos ha brotado dentro en el siguiente escrito,
Lo transcribimos tal cual:

DUEÑAS DE NUESTROS CUERPOS

La lectura del artículo de González Faus publicado en Religión Digital bajo el
título Carta a Yolanda Díaz: "No te he votado simplemente por tus vestidos” nos
hizo pasar por una escalada de emociones: del asombro de la banalidad de los
criterios usados en el discernimiento del voto, a la indignación por el trato que se
daba a la líder y candidata a la Presidencia del Gobierno de nuestro país; al
horror de la evidencia, expresada en dicho texto, de que sobre el cuerpo de la
mujer se depositan los pecados de la explotación de la mano de obra de los
países más pobres.
Nosotras nos cuidamos, no somos vanidosas por definición.
Cuidamos nuestro cuerpo y nuestra imagen sin intención de seducir a varón
alguno. Parece que desde el Génesis no hemos adelantado mucho y que la lucha
por una sociedad o un mundo más igualitario se disfraza con muchas caretas.
En estos años de democracia, tan defendida, solo dos mujeres se han
presentado como candidatas a las elecciones generales: Rosa Diez y Yolanda
Diaz. No parece que el círculo masculino quiera perder su hegemonía política y
deja como mucho en las vicepresidencias nuestro “techo de cristal”.
Regresemos al artículo, cuando se dice:
"Quisiera decirte ahora por qué no te he votado. Simplemente por tus vestidos:
por la cantidad, variedad y calidad de ropa con que aparecías cada vez en
público". La pregunta que llega rápidamente a nuestra mente de mujeres es:
¿lleva usted la cuenta del número de camisas, corbatas, trajes, pantalones o
chaquetas que usan sus compañeros políticos? Porque ellos también cubren sus
cuerpos, pero el de ellos no está expuesto a la mirada culpabilizadora
responsable del mal del mundo, de la Humanidad. Y, en el caso hipotético de no
se cambiasen de ropa, eso tiene un adjetivo...
Se afirma en el artículo que "son prendas hechas en Bangladesh en unas
condiciones criminales”. ¿Está seguro de que es así? Tristemente, como
consumidores/as perdemos la información sobre el origen de los productos que
adquirimos en todos los ámbitos de la vida de esta sociedad: deportes, calzado,
alimentación... ¿Conoce usted el origen de su ropa interior? Señalar su
procedencia parece arriesgado aunque no imposible. Y no se pregunta por la
procedencia del vestuario del resto de candidatos. Hay un tema a solucionar
sobre el consumo responsable y ético de nuestra sociedad.
La otra razón que se argumenta en el artículo es “Y otra de carácter feminista:
acabar con la convicción de tantas mujeres de que su cuerpo (y el vestido que lo
adorna o lo resalta) está hecho para agradar, atraer y excitar al varón". ¿De
verdad sigue creyendo que los varones son el centro de nuestro mundo y que
pivotamos entorno a ustedes? Decía Coco Chanel “Una mujer debería ser dos
cosas: elegante y fabulosa”. Fíjese que en esta frase no aparecen ustedes. Lo
sentimos. Cuando nos miramos en el espejo nos gusta vernos guapas y sentirnos libres 
con nuestro cuerpo desnudo o vestido. Retomamos otras citas
de esta diseñadora: “La libertad siempre es elegante” y “Mantén la cabeza, los
tacones y los principios altos”. Como ve, ustedes los varones siguen sin
aparecer. Salen temas a debate: ¿debe existir una regulación sobre la manera
de vestir de las mujeres? ¿Cuál es el objeto de la moda, atraer al macho o
sentirnos bien con nuestros cuerpos?
Tristemente seguimos citando: “el mecanismo primario del varón es que cuando
ve a una mujer, ve antes un cuerpo que una persona. “...Y sería bueno que
vosotras ayudarais a esa tarea masculina en lugar de dificultarla: 
porque eso haría más fácil respetar vuestra dignidad y evitar el tópico ese de la “mujer-
objeto”. ¿De verdad cree que el trabajo es nuestro? 
¿Acaso debemos renunciar a las diferentes maneras de expresarnos
 a través de nuestro cuerpo, 
nuestra ropa y accesorios solo para que ustedes puedan respetarnos más? 
¿No estará en sus miradas el problema? Ya ve, otro tema a pensar.
La verdad es que resulta lamentable que en los párrafos siguientes la relación
mujer-varón se reduzca a un juego de seducción por parte de la hembra hacia el
macho. ¡!Qué pobreza!! ¿No cree que en la seducción también juegan los
varones o los machos (ya no sé qué términos emplear a estas alturas de este
texto) en las campañas? Se quitan los trajes y las corbatas, lucen camisas de
mangas largas pero arremangadas, muy rara vez usan polos y nunca camisetas,
tal vez sean muy baratas. Se arreglan las barbas, los cabellos... y ellos son ¿de
derechas o de izquierdas? Parece que no importa pues el patrón es el mismo:
¿a quién quieren seducir? ¿A los otros machos de la manada?
Para casi finalizar, donde estén unas uñas de los pies pintadas... lo bonito que
quedan esos pies en las sandalias... es uno de los placeres del verano para
muchas de nosotras. No sé si usted mira los pies de las mujeres y de algunos
varones en verano.
Y ahora sí, para finalizar, el subtítulo: "El decir es de izquierdas pero el vestir es
de derechas... Ya me perdonarás". Esta frase nos obliga a la reflexión de si solo
por lo visible, lo externo, debemos criticar a alguien. Recordemos que solo Él
conoce lo que está en lo escondido, lo oculto. Y si no, recordemos la frase más
pagana de “la mujer del César no sólo debe ser... sino también parecerlo”. De
nuevo, qué tristeza que los valores que se defienden por las mujeres nos exijan
un trabajo extra. ¿Qué tal preguntar el precio de los relojes, coches y motos de
nuestros machos políticos? por usar su jerga.
Su artículo nos lleva a una reflexión y a un estudio en profundidad de lo que
supone ser una mujer pública en el ámbito de la política. Gracias.
Está claro que el patriarcado impregna esta sociedad y esta Iglesia, 
incluso a aquellos que en algún momento hemos considerado más "inspirados"
Os invitamos a dejar vuestro comentario.
Y muchas gracias a Yolanda y a todas las mujeres que nos atrevemos a ser libres 
en una sociedad que no lo pone fácil.


martes, 25 de julio de 2023

 En noviembre tendremos el
XVII Encuentro de CCP
de todo el Estado Español

Haz clik sobre el texto para ver la información ampliada

viernes, 21 de julio de 2023

Miradas cristianas: José I. González Faus  De cara al 23-J: Saber quién nos va a gobernar

"Nuestro sistema exhibe: una mentira estructurada, una democracia enferma y un cristianismo corrompido"

De cara al 23-J: Saber quién nos va a gobernar

Votar es un deber y no votar es una cómoda estupidez que favorece siempre a los malos. Pero ir a votar implica elegir quién nos va a gobernar y aquí es donde podemos equivocarnos pensando si nos gobernará Feijóo o Sánchez, o Díaz, o Abascal, o… Pues no tanto.
No nos gobernarán Feijóo, Sánchez, Díaz o Abascal sino otros nombres... Quien nos gobernará tras el 23J son otros nombres como estos: A. Ortega, del Pino, J. Roig, Escotet, D. Maté, Abelló, Fluxá, Alicia Koplowitz… El próximo presidente del gobierno será en realidad “un mandao” que hará lo que le dejen esos señores

Cuidado pues hermanos porque vuestra responsabilidad es muy grande: podréis llamaros católicos pero no cristianos, por ese total desconocimiento de Jesús. Y una religiosidad desvinculada de Jesús tiene el gran peligro de convertirse en fariseísmo

Tener el gobierno no es lo mismo que tener el poder

Nuestro sistema exhibe: una mentira estructurada, una democracia enferma y un cristianismo corrompido
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jueves, 20 de julio de 2023

 Y por encima de todo acercarse al que sufre
 y juntos intentar una nueva vida 
que, compartida,
 será más una canción que un lloro,
 un gozo en la compasión,
 un “qué bien de mal” 
vamos a mejorar el mundo.

El GOZO QUE NACE EN LA COMPASIÓN

Santiago Villamayor, 
Febrero, 2023 

Ocurrió en la Semana Santa andaluza, en la procesión de Viernes Santo, al paso de Jesús atado a la columna, lacerado y sangrante. En la misma Sevilla en la que el Gran Inquisidor reprochó a Jesucristo les propusiera una libertad con sufrimiento cuando él les estaba asegurando un bienestar sin libertad. “Un mundo feliz”, vamos.

             Fue allí, pues, donde, un emocionado asistente a la procesión se puso a cantar una saeta al Cristo de los Dolores cuando la imagen estaba a su alcance.  El “paso” o imagen, a hombros de sufridos costaleros, se detuvo, y el “cantaor” se extasió cantando y llorando. En esa misma elegía iban su sufrimiento y el de Jesús y poco a poco esa condolencia se fue extendiendo por toda la muchedumbre en profundo silencio. Unos se compungían interiormente a lágrima muerta, mientras otros sollozaban a lágrima viva, sintiendo todos ese momento tan privilegiado como un sacramento de todos los sufrimientos del mundo que allí adquirían su sentido y consolación. Y cuando ya el “paso” reemprendió la marcha y las emociones se fueron amainando, un periodista preguntó al hombre que cómo se encontraba y él contestó “Qué bien de mal lo estoy pasando”. [1] Es decir se sentía contento en el seno de esa profunda dolencia.

             El buen cristiano se había liberado de sus culpas y penas y acompañaba en el dolor a esa persona que sufrió por toda la humanidad y a quien le debía agradecimiento y fidelidad. Más cuando Jesucristo era para él el mismo Dios, lo más sagrado y absoluto de su vida, el que acabaría con todo el mal, la muerte, sus egoísmos y limitaciones.

             Más allá de la anécdota, en el fondo de esa experiencia late una actitud muy positiva ante algo que es incomprensible e irresoluble, el mal y el sufrimiento: la posibilidad de que el significado de lo que padecemos reduzca el mismo padecimiento. Porque no es tanto el dolor lo más insoportable cuanto su falta de sentido, es decir la desesperanza.

 La ineludible presencia del mal

                     El problema del mal es irresoluble y el sufrimiento inevitable, del mismo modo que no hay figura sin fondo ni fondo sin figura y porque la limitación es el precio de la identidad. El mal nunca deja de ser una merma, un quejido y una queja, un puñetazo en el estómago, una pregunta reiterativa y molesta. Porque hiere y porque pone en cuestión el sentido de la libertad. A veces se desearía renunciar a ella a cambio de la pervivencia del bien.

             El mal no es solo una carencia de bien, golpea como dotado de consistencia propia. Y resulta paradójico, si lo suprimimos queda la nada en el ámbito físico y el autómata en el ámbito moral. Es pues el mayor tropiezo de la vida, orientada de por sí a la felicidad. Y todavía es mayor no comprender por qué se da y por qué lo hace con tanta discriminación. Y especialmente hiriente cuando no damos motivos para ello sino todo lo contrario y la desgracia recae sobre los más inocentes o bondadosos. Entonces estalla el escándalo, sobre todo en el creyente.

.../...

[1] La ambigua y sugerente expresión “bien de” puede ser interpretada doblemente, resaltando el “qué bien lo estoy pasando” o “cuán, cuanto mal estoy pasando” (“bien de” en español equivale a cuanto o mucho).

 leer artículo completo

lunes, 10 de julio de 2023

Carta de un cura al cardenal Omella sobre TRECE TV
Joaquín Sánchez: "El sesgo hace mucho daño a la Iglesia. Aparecemos de nuevo identificados con la derecha y ultraderecha"

"Quiero poner el acento en un programa que he visto en ocasiones y veo con más frecuencia recientemente que se llama “El Cascabel”. Es un tertulia donde la falta de respeto, la mala educación, el desprecio y el odio, sí el odio, Cardenal Omella, está tan presente que siento vergüenza e indignación"

"Se critica al Gobierno actual, que, por cierto, muchas medidas sociales sintonizan con la Doctrina Social de la iglesia, en contraposición, a la postura de la derecha y la ultraderecha"

"¿Cómo desde un medio católico se puede llamar a las personas de Podemos gentuza?"

"Me imagino que, aunque conservadores, no se sentirán identificados con ese periodismo ofensivo y hasta panfletario, y no lo digo en sentido irónico"



08.07.2023 | Joaquín Sánchez Sánchez
Me consta que ha habido quejas sobre la orientación de TRECE TV, cuyo propietario es la Iglesia Católica. Quejas que se han producido porque tiene una orientación política claramente de derechas y que nada tiene que ver con el pluralismo informativo y con el análisis riguroso de los acontecimientos.

Sesgo que comparto y que hace mucho daño a la propia Iglesia porque aparecemos de nuevo identificados con la derecha y ultraderecha, a la cual la legitimamos, aunque sus decisiones vayan en contra de la orientación evangélica y la Doctrina Social de la Iglesia. Te pongo un ejemplo. Nosotros defendemos el trabajo digno y, dentro de estas condiciones dignas, exigimos un salario justo que permita a las familias llegar a final de mes y dar a los hijos un futuro que genere oportunidades y calidad de vida, como afirma el papa Benedicto XVI en la Carta Encíclica Caritas in Veritate, número 63.

Lo lógico, lo humano y lo evangélico sería que desde TRECE se hubiera valorado la decisión de subir el SMI del Gobierno actual y criticar la postura de la derecha y ultraderecha, pero se critica al Gobierno actual, que, por cierto, muchas medidas sociales sintonizan con la Doctrina Social de la iglesia, en contraposición, a la postura de la derecha y la ultraderecha. Sencillamente triste, doloroso, injusto y no hace honor a la verdad, porque somos altavoces de las derechas y no de los pobres, aunque haya programas, que están muy bien, sobre la solidaridad.