miércoles, 31 de mayo de 2023



SOÑAR, RESISTIR Y LUCHAR, CLAVES PARA LA ESPERANZA.
Mensaje de CRISTIANAS Y CRISTIANOS DE BASE DE MADRID (CCBM)

Reunidos en San Carlos Borromeo, emblemático centro pastoral de Madrid, el 27 de mayo de 2023 para culminar el proceso de reflexión que venimos manteniendo durante los últimos cuatro meses en torno a la necesidad de reactivar la esperanza, las cristianas y los cristianos de base de Madrid hemos resuelto reafirmar nuestra convicción de que es urgente tomar conciencia y actuar, para superar el clima de resignación o indiferencia que nos rodea y mantener viva la esperanza, y así lo manifestamos a través del siguiente MENSAJE:

1. Estamos viviendo un tiempo de crisis, y las crisis pueden ser oportunidades de cambio.
Vivimos desde hace décadas en medio de graves contradicciones: enormes avances en tecnología y conocimientos científicos, creciente conciencia de los derechos humanos universales, pero también cifras de injusticias, violencia, hambre, desastres climáticos, falta de información veraz, etc., como nunca antes se había conocido. Gran parte de la población mundial sobrevive a duras penas, atravesada por el dolor, el hambre, la exclusión social y las guerras.

2. Especialmente dramáticos están siendo los fenómenos de desigualdad social, injusticia ecológica, injusticia de género, prácticas de necropolítica e infinidad de casos de descarte social por parte del neoliberalismo que se nos impone. El sistema capitalista neoliberal imperante, según Francisco, es una “economía que mata”, y “causa estructural de la desigualdad” que existe en el mundo. La esperanza de los pobres está gravemente amenazada.

3. En medio de este sinsentido global, la esperanza parece haber dejado de ser uno de los signos de los tiempos, a pesar de que todas y todos la necesitamos para vivir con ilusión. En consecuencia, surgen los interrogantes sobre si es posible la esperanza en un mundo más humano, porque el fracaso de ciertas utopías ha sido tan fuerte que gran parte de la sociedad más dinámica parece “estar de vuelta”, como queriendo olvidar y refugiarse en espacios poco conflictivos, más gratificantes, consoladores. Y, en el caso de respuesta positiva, aún cabeplantearnos si esa esperanza es mera creencia teórica o una fuerza vital, dinamizadora de compromisos por una vida mejor.

4. Comprobamos con todo cómo, a la vez, se abre camino otro tipo de realidades. Está creciendo en la conciencia de muchas personas un sentimiento de indignación ante tanta injusticia, degradación y sufrimiento. Cada día son más las personas que no se resignan ya a aceptar una sociedad tan poco humana y reaccionan esperanzadas en busca de algo nuevo queen esta sociedad no se ve cumplido. Y como los avances desde abajo se han dado siempre a través de la historia, en esa conciencia colectiva se fortalecen nuestras expectativas.

5. Las cristianas y cristianos de base pertenecemos a esos sectores, convencidos de que hay signos para creer que “otro mundo es posible”, que el mundo de hoy está lleno de semillas deesperanza; que, a pesar de vivir en medio de la injusticia y de crecientes abismos de desigualdad social, podemos aportar el mensaje evangélico de esperanza, solidaridad y liberación de los oprimidos. Eso es para nosotras y nosotros una forma de creer en el Dios de Jesús de Nazaret. Nos sentimos con la responsabilidad de reconvertir todo en esperanzamediante nuestra resistencia, nuestra lucha y nuestra convicción de que otro modo de vivir como seres humanos es posible.

6. Ese otro mundo posible que Jesús de Nazaret presentó como el Reino de Dios sigue ahí como luz, como semilla, y está dentro de nosotras y nosotros, aunque no se agota en nuestra historia.“La fe en la resurrección de Jesús conjugada con nuestros compromisos por la historia y la justicia”, nos dice P. Casaldáliga, “son la garantía de que esa esperanza no es una ilusión ficticia, sino una fuerza vital capaz de emerger victoriosa contra toda desesperanza”. El Reino es la “Internacional de la esperanza” que se construye entre todas y todos los que escuchan la voz de la creación. La esperanza de ese Reino y la confianza en el Dios de Jesús impregna nuestra vida, llenándola de confianza para acercar cada día más la utopía de la fraternidad universal.

7. Las cristianas y cristianos de base nos resistimos a aceptar el actual orden social basado en el capitalismo como eje vertebrador de las relaciones sociales. Lo rechazamos como modelo social y apostamos por buscar nuevas formas de socialismo que se inspire en los siguientes criterios generales: el bien común y la distribución de la riqueza; el respeto y la protección de la naturaleza; la opción por la paz como fruto de la justicia; la participación efectiva de toda la población en los asuntos públicos.

8. Nos proponemos vivir siempre esperanzadas y esperanzados, aun aceptando que probablemente no veremos otro mundo distinto, pero con la fuerza de pensar que podrá llegar a ser. Frente a un cristianismo tradicional que entiende la esperanza como una actitud pasiva y de resignación, vinculada a las recompensas de un cielo tras la muerte, como premio frente a las privaciones de la existencia terrena, concebimos la esperanza como una adhesión existencial a valores, utopías y proyectos que valen por sí mismos y nos permiten convivir perfectamente con el fracaso histórico, sin por eso destruirse. La esperanza se convierte así en motor de nuestra vida aunque lo que persigamos no lo lleguemos a ver.

9. Para conseguir que la esperanza sea esa vivencia movilizadora y no simple creencia, es preciso soñar, resistir y luchar. Lo nuevo solo vendrá si hay muchas personas que lo sueñan utópicamente y se comprometen en la lucha por transformar la realidad con imaginación, fe utópica y esperanza, convencidos siempre de que otro modo de vivir como seres humanos es posible. Nos sentimos invitadas e invitados a “mover los pies, las manos y el corazón” en las circunstancias en que cada uno viva. Aunque nuestras comunidades vayan envejeciendo y tengamos que asumir limitaciones naturales, no queremos ampararnos en la edad como pretexto para la resignación.

10. Apostamos, pues, por reactivar actitudes firmes de resistencia, una espiritualidad de ojos abiertos y de militancia activa a través de los movimientos sociales frente a la “globalización de la indiferencia” (Francisco). La esperanza es una fuerza que ayuda a imaginar, a resistir frente a la resignación y a actuar por encima de cualquier escepticismo o indiferencia. ”Hay que tomar conciencia y actuar, pues la pasividad lleva a la indiferencia y la melancolía”.

Madrid, 27 de Mayo de 2023

viernes, 26 de mayo de 2023

 DESPEDIDA DE JULIO GONZÁLEZ


Una despedida más. Hoy nos sentimos más huérfanos porque Julio de la comunidad de Balsas, se nos ha ido; se ha ido un hombre bueno, sencillo, cercano y el más amigo de sus amigos. Echaremos en falta su humildad, su cercanía socarrona y su compromisocon los demás. Un hombre coherente con sus ideas de proximidad con los que menos tienen.
Damos gracias por haber podido compartir una vida como la de Julio. Una despedida más pero una despedida esperanzada, porque la vida de Julio permanecerá en todos nosotros.

martes, 23 de mayo de 2023

 


LA TEOLOGÍA LATINOAMERICANA PIERDE A VÍCTOR CODINA AQUEL QUE ENSEÑÓ QUE "EL ESPÍRITU SOPLA DESDE ABAJO "

La Iglesia de América Latina ha perdido este 22 de mayo a uno de sus grandes teólogos, el jesuita Víctor Codina, un boliviano nacido en España en 1931. En 1982 se trasladó a Bolivia, pasando por diferentes locales como Oruro, Santa Cruz o Cochabamba, donde se convirtió en una referencia en la reflexión teológica del continente y en la formación desde la base.

domingo, 21 de mayo de 2023

Clarificador esquema sobre las elecciones
elaborado a partir de un artículo de la
Comisión Nacional de la HOAC.
"Noticias Obreras" del 2000

LAS ELECCIONES SON INSTRUMENTOS CONCRETOS AL SERVICIO
DE UNA DEMOCRACIA  EN CONSTRUCCIÓN 

Punto de partida: estamos en una situación caracterizada principalmente por:

  1. un desprestigio y desinterés por lo político
  2. un clima cultural individualista y competitivo
A.- Las elecciones(y el gobierno y el parlamento...) son instrumentos de la democracia, aunque no sean la democracia misma.

B.- Que están al servicio de la democracia = un modo de entender la vida con:
  • Finalidades colectivas
  • Una articulación de libertad/igualdad/solidaridad efectivas
  • Atención preferente a los empobrecidos, dada la asimetría de oportunidades
  • Participación protagonista de los de "abajo" (de quiennes los "elegidos" son representantes, ni menos ni mas).
C.- Las propuestas democráticas han de ser concretas, o sea:
  • De vida común
  • Evaluables
  • Viables (consiguientemente hay que contemplar la tensión entre lo deseable y lo posible).
  • Manifiestan por lo tanto, cuál es el orden de prioridades
    • Coherencia (aun aceptando un cierto nivel de incoherencia)
    • "Talante" que es algo distinto pero también importante
D.- Aceptamos que estamos siempre en una democracia en construcción y para ese proceso proponemos esta tabla de prioridades objetivas actuales:
  • Lucha contra la marginación/exclusión social
  • Regulación ecológica de la economía
  • Lucha contra el paro/precariedad laboral
  • Solidaridad internacional (especial atención a la inmigración)
  • Potenciar una cultura para la democracia y mecanismo democráticos de funcionamiento
¿Es posible que desde el 2000 aún estemos como estamos?

lunes, 8 de mayo de 2023

 Sugerente reflexión de Pau Vidal

escrito por Pau Vidal
-25 Abril 2023

¿Rezar para que llueva?

No hace muchos días, relevantes representantes de la Iglesia católica, en vistas a la sequía en Cataluña, conminaban a sus fieles a rezar por la lluvia. Si bien es cierto que la oración de petición forma parte de la tradición cristiana desde antiguo y que en determinadas circunstancias ayuda a reconocer la propia indigencia y necesidad, sorprende el cómo se nos pide que roguemos por la lluvia sin hacer ninguna referencia a cuáles son las causas de esta pluviometría tan errática que nos atormenta. No solo sorprende, sino que llega a desalentar una aproximación infantilizando a la fe, a la oración y al papel que podamos y debemos tener los cristianos en la construcción del bien común.

Hoy, quizás de manera un poco provocativa, sospecho y hasta me opongo a una plegaria de petición que nos desresponsabiliza como comunidades cristianas ante los retos contemporáneos, que parece propugnar una fe irracional, anticientífica y premoderna y que puede proyectar la imagen de un Dios caprichoso (“hoy decido enviar lluvia y mañana quién sabe”, “a ver si los fieles ya han hecho suficientes rogativas para que me digne a hacer caer unas gotas del cielo”). De hecho, la distancia entre un Dios providente todopoderoso y un Dios caprichoso es corta y del capricho al sadismo solo hay un paso.

¿Pero no es posible la pregunta de por qué no llueve en nuestras latitudes? ¿Por qué los ciclos naturales están profundamente alterados? ¿Qué hemos hecho como humanidad en los últimos dos siglos para que las precipitaciones sean cada vez más irregulares? Hoy hay sequía en Cataluña, pero simultáneamente hay inundaciones terribles en California.

La evidencia científica, asumida por el actual pontífice, masivamente confirma que las variaciones pluviométricas en latitudes muy diversas en todo el planeta son resultado del cambio climático producido por la acción humana acumulativa, depredadora e irresponsable. Por eso, pedir oraciones y rogativas para que llueva presentando como inevitables acontecimientos meteorológicos que, según el amplio consenso científico mundial, tienen unas causas humanas muy claras me parece profundamente desafortunado.

Pero, además, animar a rezar por la lluvia sin tampoco preguntarse ni cuestionar como se está gestionando el agua que sí tenemos al alcance es de un reduccionismo que roza el ridículo. Porque nunca lloverá bastante para saciar la codicia humana, ni para satisfacer las absurdas necesidades creadas por el modelo socioeconómico, agrícola, urbanista y turístico imperante.

¿Pedir todavía?

Y a pesar de todo, bien pensado, recordando que el Padre Nuestro está todo el transido de súplicas, quizás sí que todavía haré oración de petición.

Pero rogaré para que los cristianos seamos los primeros comprometidos en denunciar que el modelo socioeconómico actual que se nos vende como único e inevitable es insostenible, mata y además nos ha llevado a una crisis climática sin precedentes.

Oraré para que recuperamos la mirada sacramental a la creación y la respetemos como hermana.

Rogaré por la conversión ecológica de todos los corazones para que abracen un estilo de vida más frugal, más sencillo y más comunitario. Y porque los seguidores de Jesús unamos nuestras manos con todas las personas de buena voluntad para buscar alternativas más humanas y humanizadoras de organizarnos, donde el bien común esté en el centro y nadie quede atrás.

Imploraré a Dios para que todos y todas hagamos un uso responsable de la poca (o mucha) agua que sí que tengamos en los embalses, en los ríos y en los acuíferos. También haré rogativas para que dejemos de una vez de privatizar un bien común como el agua y nos preguntemos si de verdad hacen falta tantos campos de golf, piscinas y cruceros repletos de turistas.

Elevaré mi súplica para que los poderosos paren ya la codicia inacabable de la agroindustria que explota sin vergüenza los recursos hídricos para sacar siempre el máximo beneficio económico. Más concretamente, imploraré para que nos preguntemos si en vez de las fresas o los aguacates que comemos hoy y que hemos pagado a cuatro duros no podría comprar a un precio justo otros productos de proximidad, de agricultura ecológica y socialmente responsable.

También impetraré a Dios, siempre más grande, para que nos libere de la autosuficiencia antropocéntrica de creer que con la técnica lo podemos resolver todo y reencontremos desde la humildad nuestro lugar en la creación.

Pero rezar para que llueva, sin más ni más, hoy no lo haré. No fuera que al final se abrieran los cielos, tuviéramos que lamentar lluvias torrenciales y tormentas devastadoras y entonces se nos pidiera de nuevo acudir a la oración de petición como si fuera magia.

Epílogo

Evidentemente que en el trasfondo de estas reflexiones podríamos citar al papa Francisco y su contribución capital con la encíclica Laudato si’. Pero incluso puede ayudar recordar que ya hace más de tres décadas Juan Pablo II en 1990 decía lo siguiente:

“La disminución gradual de la capa de ozono y el consecuente «efecto invernadero» han alcanzado ya dimensiones críticas debido a la creciente difusión de las industrias, de las grandes concentraciones urbanas y del consumo energético. Los residuos industriales, los gases producidos por la combustión de carburantes fósiles, la deforestación incontrolada, el uso de algunos tipos de herbicidas, de refrigerantes y propulsores; todo esto, como es bien sabido, deteriora la atmósfera y el medio ambiente. De ello se han seguido múltiples cambios metereológicos y atmosféricos cuyos efectos van desde los daños a la salud hasta el posible sumergimiento futuro de las tierras bajas.”

E incluso no se queda aquí la cosa, sino que llega a afirmar que “los cristianos, en particular, descubren que su cometido dentro de la creación, así como sus deberes con la naturaleza y el Creador forman parte de su fe” (Cf. “La paz con Dios creador, paz con toda la creación”, Jornada mundial de la paz, 1990).

lunes, 1 de mayo de 2023

 Aclarando el concepto de
resurrección; 
ilustrativo artículo de
Waldo Gerardo Fernández
en la revista digital


Así me aproximo a la Resurrección

Waldo Gerardo Fernández

Lo hemos leído y escuchado muchas veces: el viernes por la tarde Jesús muere en la cruz y es sepultado. El domingo al alba, unas 36 horas después, despierta del sueño de la muerte y sale vivo del sepulcro, camina, habla, enciende el fuego y asa el pescado, se deja tocar, parte el pan, come… Aparece y desaparece de repente, entra en un lugar estando las puertas cerradas y, finalmente, asciende al cielo…

La ciencia y la experiencia nos dicen que nuestro cerebro se vuelve irrecuperable después de unos minutos sin oxígeno. No hay vida sin procesos bioquímicos y éstos se acaban con la muerte. Cuando el corazón deja de latir y de enviar sangre oxigenada hacia el cerebro, dejan de funcionar los miles de millones de conexiones que gobiernan nuestro complejo organismo y ya no es posible que se reconstruyan. Volver a la vida después de morir no es posible. La resurrección corporal de Jesús no es creíble para nuestro pensamiento moderno…

Casi ninguno de los teólogos actuales habla de la resurrección de Jesús como la revivificación de un cadáver que vuelve a la vida anterior. La resurrección no puede calificarse de hecho histórico, empírico y verificable. En los relatos sobre las apariciones se aprecian muchas contradicciones en cuanto a su número, lugares en que se produjeron, qué personas fueron testigos y en qué formas vieron a Jesús, en qué momento y durante cuánto tiempo se produjeron…Parece son relatos claramente catequéticos, surgidos unos 40 años después de que Jesús fuera crucificado.

¿Qué nos queda?

Los discípulos habían seguido a Jesús durante su vida como amigo, maestro, profeta… Pasaron por una noche terrible de decepción y miedo después de la ejecución de su Maestro. Pero, pasado un tiempo, tuvieron la certeza inexplicable de que él no había sido un perdedor, sino que, pese a su muerte injusta, ahora vivía con más intensidad y plenitud que nunca.

Tuvieron la experiencia existencial profunda, que iba más allá de lo físico, de que Jesús continuaba vivo entre ellos, que estaba presente en su vida y en la de sus comunidades. Jesús pasó a ser para ellos el Viviente, aunque su presencia no fuera accesible a los sentidos. Y surgieron las narraciones sobre el sepulcro vacío y las apariciones, en las que Jesús les saluda, les da la paz, come con ellos, les bendice y envía a una gran misión…


Multiconfesionalidad no equivale a Laicidad, ni tampoco a Estado No-Confesional.


“La Voz de CCP” denuncia el falso laicismo del PSOE, así como esa hipócrita e interesada unión política y religiosa.

La Coordinadora Estatal de las Comunidades Cristianas Populares (CCP), a través de este comunicado denuncian –indignadas- el nuevo ardid del PSOE que, en un mero afán electoralista, nos anuncia como avance lo que eufemísticamente llaman “laicismo inclusivo” demostrando que sigue siendo rehén de la Iglesia Católica y que nunca denunciará el Concordato, ni los acuerdos preconstitucionales con la SS.

La reciente medida del gobierno de extender los privilegios fiscales de la iglesia católica a otras confesiones religiosas, nos parece una hipócrita e interesada unión del hecho político y el religioso (que nos retrotrae a los viejos estigmas nacional-católicos, a la vez que un insulto a la inteligencia.

La noticia -que no ha tenido demasiado eco en los medios del régimen que nos marcan interesadamente lo que es noticia y lo que no- supone que ortodoxos, budistas, mormones y testigos de Jehová, estarán exentos de pagar el IBI, el impuesto de sociedades, el IAE o las plusvalías, como así ya lo estaban evangelistas, judíos, musulmanes y la misma iglesia católica.

Desde las CCP ratificamos nuestra sempiterna apuesta por la Laicidad del Estado y decimos que no se trata de que las otras religiones o credos, tengan los mismos privilegios fiscales que la ICAR y que no paguen sus impuestos, sino –antes al revés- que todos los credos paguen como el resto de la ciudadanía, para que tengamos unos servicios públicos de calidad para toda la gente.

Las comunidades Cristianas Populares lamentan que se intente engañar a la población inventando eso que han llamado “laicismo inclusivo” porque la excusa del “Estado multiconfesional” no significa de ninguna manera un “Estado Laico” y ni siquiera el Estado No-confesional.

Finalmente nos recuerdan el pasaje de los evangelios sinópticos cuando rezan: “Dad al cesar lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” (Mt 22, 21) que nos habla de no mezclar estos dos planos: el del respeto a las leyes civiles del ámbito estatal y el de la obediencia al ámbito personal. El segundo puede ser discutible, pero el primero debería de ser inviolable.

Por todo ello exigimos la total separación del estado y las respectivas iglesias y confesiones religiosas, así como la total extinción de todos los acuerdos, concordatos y beneficios de cualquiera de ellas.

La coordinadora, estatal de CCP