miércoles, 11 de enero de 2023

 Semblanza biográfica de Francisco Marcellán


Francisco Marcellán Mantecón, “Pancho”, nació en Zaragoza en 1940 en el seno de una conocida familia de la burguesía zaragozana de la posguerra y falleció el 10 de enero de este año en la soledad de una clase obrera desdibujada y en la compañía de los inmigrantes a los que acompañaba en Albacete. Fue jesuita obrero, primero en el barrio del Picarral donde llegó nada más terminar su licenciatura en Filosofía y Teología. Al poco tiempo, en 1972, con otros cuatro compañeros formó un nuevo equipo de jesuitas obreros en el barrio de la Química, hoy La Almozara. Cofundador de la Asociación de Vecinos destacó por su activismo para la erradicación de la Industrial Química y la apertura del barrio a las Delicias, separado por la autopista vasco-aragonesa que entraba hasta el mismo centro de Zaragoza.

Su carácter abierto y cercano le granjeó la amistad de muchos vecinos y vecinas que enseguida se sumaron a las reivindicaciones, tanto ciudadanas como a las de la lucha antifranquista, pública y en la clandestinidad, cuando uno se jugaba cárcel y tortura. Fue destacado dirigente sindical en la CSUT, de tenaz radicalidad, y miembro del Partido de los Trabajadores. Fue desterrado de Zaragoza por hablar claro y pelear más fuerte en el Ayuntamiento de la misma ciudad. Más tarde ejerció de profesor de antropología en Albacete, junto con su mujer Isabel, “Mamá Africa” a donde habían concursado juntos por estar en el mismo destino.

Siempre ha sido una llamada a la compasión activa y al análisis riguroso de la situación política. Puso su vida, su pasión y su economía, empobrecida como las gentes del barrio, al servicio de los indigentes, los parados y los inmigrantes. Creó en Albacete, con amigos y amigas de idéntica generosidad, la asociación ACAIM de acogida a los inmigrantes. No había ocasión en la que su conversación no terminara en el amor cívico y la política. Creyente a su manera y ateo de palabra, fue sin embargo un fiel seguidor del amor radical aprendido en la sabiduría y entrega de Jesús de Nazaret. Fiel reflejo de la evolución del cristianismo y de su acercamiento a la izquierda moral, al corazón sincero del publicano y al hermano menor que bajó a los infiernos de la exclusión privándose de todo hasta de la propia satisfacción de considerarse buena persona.

Descanse en paz con los mártires latinoamericanos, con sus hermanos del Picarral, sus camaradas de la lucha obrera y con los inmigrantes cuyo costado abrió la verja de nuestro racismo.

Vicente Collado y Santi Villamayor, compañeros en La Almozara. 11-01.2023


Con el subdelegado del Gobierno en Albacete, Francisco Tierraseca, el presidente de ACAIM, Cheikhu Cisse, su vicepresidente, Javier Marcellán y las voluntarias Eva Hernández y Josefa Martínez Bernal hace unos años.




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