Soy creyente, ya con una frágil fe...
... Feliz por haber vivido la "belleza ética y el compromiso cristiano" del papa Francisco en estos años y la presencia y la compañía de montones de laicos, religiosas y sacerdotes, que me han hecho mejor persona, desde valores comunitarios universales de honestidad, compromiso y generosidad..
Ayer leía -emocionado- al obispo de Bilbao, Joseba... Denunciar escandalizado la propuesta de Trump.
También, muchas veces, escucho agradecido, a José Antonio, obispo de Teruel, ponerse del lado de los últimos, con una fe y una capacidad pedagógica que me conmueven.
Pero... De manera cotidiana, lo que se "escucha" de la Iglesia es un silencio cómplice que hiela el alma y un miedo a leer políticamente y desde la fe, los signos de los tiempos que avergüenza, porque cuando lo hace, a menudo es de la mano de los poderosos, pegados a la COPE y 13tv.
Cómo puede la Iglesia...
Y, no me refiero a las preciosas comunidades que en todo el mundo, son testigos del compromiso y la esperanza con un Dios de la vida que apuesta por los más vulnerables... Me refiero a mí Iglesia diocesana, a cada parroquia, a cada creyente...
Callar, más allá del significativo circulo de silencio, ante un Genocidio de la crueldad de Gaza, mientras adoctrina con la defensa de la vida, parece que sólo para los supuestos que tocan su férrea moral.
. Cómo puede no sentirse -en las entrañas- interpelada ante la muerte de cada persona inmigrante en el Mare Nostrum.
. Cómo puede soportar la financiación de la COPE y 13 tv.
. Cómo puede soportar que Abascal y la Ayuso, la legión portando al Cristo de la muerte y tantos famosos y ricos de misa diaria, sean los referentes cristianos para el conjunto de la sociedad, sin ejercer nunca la interpelación fraterna.
. Cómo puede soportar la perversión de la Navidad, en manos del consumo y las luces vergonzosas, que ocultan la pobreza y los sueños de los últimos.
. Cómo puede asumir los beneficios de la banca, el drama de los desahucios, o el vivir en esas estancias de ostentación y lujo, sin sentirse tocada e interpelada.
. Cómo puede ser testigo en el mundo, sin abochornarse y denunciar el delirio y el pecado de las propuestas de Trump... Y no agradecer, conmovida, las palabras de esa preciosa mujer obispa, urdidora de una esperanza infinita.
. Cómo puede apostar con tanta claridad por la escuela concertada, sin entender todavía la esencia de la construcción de lo público, desde la diversidad y la acogida... Y criticar a los gobiernos progresistas por "hurtarles esa libertad mentirosa".
. Cómo pueden permanecer en silencio cómplice, sin hablar del pecado social, del infierno de la maldad y de la injusticia que en éste momento llenan el mundo de dolor y muerte.
No puedo con la tibieza, que cada día se convierte en complicidad y vergüenza.
Este tiempo necesita de la audacia y la valentía de ese Jesús que echó a los mercaderes del templo.
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