sábado, 25 de abril de 2020

Acertada reflexión de Santi Villamayor,
en el blog de "Valores y Creencias hoy"

Confinados en el exclusivismo


La primera noticia me causó un enorme cabreo, esa es la palabra aunque suene fuerte.
Luego recordé que primero hay que ver la viga en el ojo propio, ponerse en el lugar del
otro, buscar sus razones aunque sean débiles o erróneas. Y entonces entendí que el
error del comunicado es confundir la renta básica con la “manera de vivir subsidiada”.
Consiguientemente con haber analizado la realidad social desde la distancia del cielo.
Una consecuencia del anquilosamiento de la religión. El fruto de una inmensa distancia
con los que sufren la indignidad del trabajo y de una vida en precario.
“También ha subrayado la importancia de que las personas puedan ejercer
su dignidad mediante un puesto de trabajo. En relación a la renta básica ha
manifestado que: ”ayudas a quienes lo necesitan es indispensable, pero pensar
en una permanencia, que vivan de manera subsidiada, no sería un horizonte
deseable para la organización del común”. (Texto literal ofrecido por la
Conferencia Episcopal en su página web, sin dar a conocer la intervención completa)
Agradecemos que se valore la importancia y la dignidad de vivir del trabajo. Pero ¿qué
ocurre cuando un trabajo carece de dignidad por su mala calidad? Y si además se habla
desde una ocupación liberal acomodada ¿qué efecto producen esas palabras? En el
trabajo asalariado pocas veces se ejercita la dignidad. Más bien parece una cualidad de
las profesiones liberales o servicios públicos bien considerados. Por eso el texto parece
hablar desde estas posiciones privilegiadas, así como defender la política de los
acomodados. Tiendo a interpretar esa declaración como una crítica política al avance
de la sociedad laica, progresista y democrática que está arrinconando el viejo
paradigma religioso del exclusivismo. .../...

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