Oración por la paz.
Orar por la paz en estos momentos
no es un rezo piadoso y recatado
sino un clamor, un grito entre tormentos
de dolor compartido a nuestro lado,
de rabia e impotencia, a la vez
que un abrazo fraterno esperanzado.
Contemplar perplejos la estupidez
de la maldad humana incomprensible
por su ceguera absurda y su avidez.
Orar por la paz es hacer posible
la apertura al Misterio de amor
que da sentido a todo lo vivible.
Amor compasivo con el dolor
de las víctimas de toda violencia
y de la guerra con todo su horror.
Orar por la paz, por la convivencia
con respeto por la diversidad
superando la fría indiferencia.
La compasión indica humanidad.
La justicia y la paz van de la mano.
No hay paz si no hay solidaridad.
Invocar la paz es deseo humano
más allá de la guerra y la violencia,
la no violencia es el trato sano.
La guerra deja una triste herencia
de odio sembrado y gente vencida
que sufrirá por siempre la carencia.
La Madre Tierra llora y grita herida.
La Naturaleza tan generosa
inocente nos da toda la vida
y damos por respuesta desastrosa
abuso, expolio y contaminación
a quien nos da la vida más hermosa.
Clama la Tierra como una oración
por viviendas y escuelas destrozadas
y el sufrimiento de la población.
Tierra y Humanidad van hermanadas
con destino común amenazado
y a salvarse unidas están llamadas.
Una bandera blanca es un llamado
a una paz total como utopía
de un mundo justo, humano y hermanado.
(Deme Orte) 21 Marzo 2024. Día mundial de la poesía.
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