Esta breve reflexión tomada de
ATRIO.org y replicada en
el blog de CCP de Granada
merece ser de nuevo ofrecida,
por su lucidez y frescura
Los dioses y las mujeres
Ana Rodrigo, 20-noviembre-2021
Notas introductorias.
“Y Dios creó el hombre, a su imagen y semejanza lo creo, varón y hembra los creó” Gén.1,27
“Pues el hombre no debe cubrirse la cabeza, ya que él es la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del hombre” ICor.11,7
Feminismo: Doctrina social favorable a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a los hombres. 2. … Movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los hombres.
Machismo es una forma de sexismo en la que se discrimina y menosprecia a la mujer considerándola inferior al hombre. El machismo está fundado en ideas preconcebidas y estereotipos, fuertemente influenciados por el entorno social.
Patriarcado: Predominio o mayor autoridad del varón en una sociedad o grupo social.
La realidad
Bueno pues sean dioses titulados como tales o no titulados (los hombres), todos nos echan a un lado a las mujeres, nos dejan desamparadas, mientras que los hombres, sus sucesores y representes de los dioses permanentes en una sucesión continua, han sido y son los creadores de todo y, por ende, de la estructura social de todas épocas de la historia de la humanidad. Cabalgando sobre dichos héroes y dioses tenemos el orden social que tenemos; vamos a ver si la naturaleza nos ampara un poco para poner a cada cual en su sitio.
Zeus, el dios más grande entre los grandes, se metamorfoseaba para seducir y violar a todas las diosas que se encontraba por el camino, era un Dios violador. Uno de sus hijos “extramatrimoniales”, el gran Hércules, un día, por culpa de Hera, una mujer, la esposa de Zeus, se le nubló el sentido, llegó a casa asesinó a sus hijos delante de la madre y después mató a la madre. Nos suena, ¿verdad? Hemos cambiado poco.
Avanzamos un poco en el tiempo, y nos encontramos con Yahvé, YHVH, sólo lo vio Moisés en forma de zarza ardiendo y se presentó como “Yo soy el que soy”, (Éxodo, 3,14) que quiere decir, YO lo soy todo, no hay nada más que hablar.
Pues Yahvé, el Dios de los judíos y de los cristianos, creó todo, y también creó un hombre, a su imagen y semejanza, ya tenemos un Dios-hombre, y un hombre primer humano en la historia. Pero Dios, se dio cuenta que un hombre sólo no iba muy lejos, y pensó le voy a dar un complemento para que sea más grande y se ocupe de él, y con una costillita de él, hizo la mujer. ¿Mujeres no os olvidéis, somos un trozo de hombre y sin él no somos nadie!!!
Dice Ana de Miguel en su libro “Ética para Celia” Edt Penguin Random, 2021, pág.72. “Pero por qué no dejó Dios que los hombres se siguieran reproduciendo por el sencillo método de la costilla? No se nos explica lo principal, que Eva va a asumir el crucial papel de reproducir a la humanidad” y ahí se quedó la cuestión, “nuestros primeros padres, un hombre, y su complemento”. Pero enseguida aparece Eva como la pecadora y la causante del pecado en el mundo por los siglos de los siglos.
Y para salvarnos de ese grandísimo pecado y aplacar a Dios, de bondad infinita, este mismo Dios envía a su Hijo, otro hombre, Jesús, a vengar el pecado de Eva y satisfacer a Dios de una vez por todas. Eso sí, para encarnarse le pide el consentimiento a una niña, una jovencita, que, ¡cualquiera le lleva la contraria a Dios Todopoderoso, dijo “he aquí la esclava del señor” Desde entonces las mujeres hemos sido las esclavas de nuestros señores respectivos. Y, Además Dios Padre, manda a su hijo a la muerte para salvarnos del pecado, Uffff, qué fuerte, ¿no?
Después vino la Iglesia, que, a pesar de que los evangelios hablan de que a Jesús lo seguían hombres y mujeres, ellos lo obviaron y dijeron, ni hablar, si Dios y Jesús son hombres, sus únicos representantes en la tierra tienen que seguir siendo hombres: el Papa, los cardenales, los obispos, los clérigos. Sólo ellos tendrán el poder de convertir el pan y el vino en cuerpo y sangre de Cristo, sólo ellos pueden perdonar los pecados, sólo ellos tendrán el poder, todo el poder de Dios todopoderoso en la tierra. Como decía aquel cura al consagrar, “ahora Jesús se va a hacer presente aquí porque lo mando yo”. (Real, no es un cuento inventado, lo escuchó un amigo mío en una iglesia de Toledo.)
Bueno, pues durante dos mil años, ese ha sido nuestro alimento, lo que hemos mamado. Las mujeres a parir hijos e hijas, a cuidar del mantenimiento de la especie, del cuidado de la casa para cuando llegue el guerrero (en todos los sentidos, incluidas todas las guerras) lo tenga todo a punto, y si hay algún@ discpacidatid@, personas mayores o dependientes ellas sean quien las cuide. La mujer en la casa, el hombre al mando de la sociedad. Porque, como dijo Mary Lady “si Dios es hombre, el hombre es Dios”
Las otras religiones y los otros dioses, no se han quedado atrás. Todas las mujeres salimos de la misma costilla de un hombre.
Bueno, pues estamos en el siglo XXI, y desde hace doscientos años las mujeres dijeron ¡basta!, no pedimos ser más pero tampoco menos, queremos los mismos derechos y pedidos la igualdad entre hombres y mujeres.
Pues no señor, todavía tenemos que salir a la calle, mujeres y hombres feministas a pedir que no nos maten, que cuando a un hombre se le nuble el sentido como a Hércules, se vaya a tomar otros aires que le oxigenen el cerebro y el corazón. Y a “estudiar” feminismo que bastante falta hace.
Ni una menos!!!!!!!!!!!!
PD: Perdón por mi ironía y hasta por mi sarcasmo. Es que las mujeres ya no sabemos cómo decir las cosas.
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