Interesante reseña de Religión Digital
Inédito manifiesto de la Asociación de Teólogas y Teólogos 'Juan XXIII' en defensa de Francisco
Los teólogos progresistas apoyan al Papa frente a "los ataques injuriosos" de los rigoristas
Arremete contra "ciertos cardenales, obispos, clérigos y sectores eclesiales conservadores" que se comportan como "elegidos e iluminados"
"Estima oportuno, adecuado y necesario el pensamiento teológico del papa Francisco sobre una Iglesia de salida a las periferias, que pone en valor la acogida, la misericordia, el perdón, la pluralidad y la igualdad diferente, y no la norma, el templo como casa exclusiva de los clérigos, la condena al que piensa de modo distinto"
En solidaridad con el papa Francisco
Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XIII
La Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII no puede ser indiferente ante los ataques injuriosos y, con frecuencia, infundados, al papa Francisco por parte de ciertos cardenales, obispos, clérigos y de sectores eclesiales conservadores. Se puede estar en desacuerdo con lo que dice y hace el papa Francisco, un ser humano con responsabilidad eclesial como cualquier otro con responsabilidades civiles o eclesiales, pero debe hacerse desde el encuentro y la fraternidad cristiana, como resaltó él mismo en la conferencia de prensa en el avión de regreso de su viaje por África, y, sobre todo, desde una sólida argumentación teológica acorde con el mensaje y la práctica de Jesús de Nazaret; más en la línea del Vaticano II y menos en la del Vaticano I y de la encíclica Vehementer Nos, de Pío X.
Al papa Francisco se le ha tildado de hereje, de luterano, de que ha mirado para otro lado en el caso de la pederastia en EE.UU., de que acoge a homosexuales, lesbianas, emigrantes, personas refugiadas, etc. Sin duda, la pos-verdad subyace a estas posiciones y, principalmente, una eclesiología fundamentada en la norma, en el derecho canónico, que para muchos de los clérigos antipapa son “normas y leyes divinas”, donde se resalta la supremacía de los clérigos, y no en las vivencias creyentes de una Iglesia que, como testigo del Resucitado, se considera un Nosotros, una Comunidad de iguales donde hay pluralidad de carismas. El papa Francisco insiste en esta línea teológica en sus diferentes escritos como en la carta al cardenal Ouellet: “El clericalismo se olvida que la visibilidad y la sacramentalidad de la Iglesia pertenece a todo el Pueblo de Dios (cf. LG 9-14). Y no sólo a unos pocos elegidos e iluminados".
La Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII estima oportuno, adecuado y necesario el pensamiento teológico del papa Francisco sobre una Iglesia de salida a las periferias, que pone en valor la acogida, la misericordia, el perdón, la pluralidad y la igualdad diferente, y no la norma, el templo como casa exclusiva de los clérigos, la condena al que piensa de modo distinto, el anatema contra realidades nuevas (con razón decía Teilhard de Chardin que las nuevas realidades sociales y culturales son para la Iglesia como herejías), como los anatemas del Syllabus del papa Pío IX. Es en este territorio donde se sitúan los que rechazan abierta o calladamente todo lo que el papa Francisco dice o hace. Actúan, sin duda, desde una miopía teológica y, sobre todo, de espalda al evangelio de Jesús de Nazaret, que acogía a las personas marginadas, desvalidas, a las mujeres prostituidas, a los leprosos, a los publicanos…, poniendo de relieve que el test del “examen final” no va a ser otro que preguntar si se dio de comer al hambriento, se acogió al peregrino y al extranjero, se cuidó del enfermo y del necesitado… (Mt. 25,35-39), y no si se cumplieron las normas de ir a Misa todos los domingos, confesar y comulgar por Pascua florida, no comulgar si se está divorciado, someterse a tratamiento psicológico en caso de homosexualidad, rezar el rosario todos los días…
La Asociación de Teólogas y Teólogos Juan XXIII, estimando que la crítica dentro de la Iglesia es enriquecedora, conveniente y necesaria, siempre que se haga desde posiciones de encuentro y de fraternidad, quiere resaltar su apoyo solidario al Papa Francisco por sus esfuerzos en que la Iglesia sea el Reino de Dios en la tierra abierta a todos los hombres y mujeres que tienen como referencia a Jesús de Nazaret, donde imperen los valores evangélicos de las bienaventuranzas y no la ley y la norma, por muy divina que se la considere, puesto que “el sábado ha sido hecho para el ser humano y no el ser humano para el sábado” (Mc 2,27).
Valoramos muy positivamente las encíclicas Evangelii gaudium y Amoris laetitia, así como la crítica del papa Francisco al modelo económico actual injusto en su raíz y generador de población sobrante, la defensa del cuidado de la Casa Común en la encíclica Laudato Si’. Sobre el cuidado de la Casa Común y la convocatoria del Sínodo sobre la “Amazonía, nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”.
Septiembre 2019
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