jueves, 12 de septiembre de 2019


Agradecimiento desde Meki, Etiopía


Meki, Etiopía. 1 de agosto de 2019Querid@s amig@s de las CCP Zaragoza,
Mañana regresa a España nuestra buena amiga común Mariluz, y no quería que se despidiera de Etiopía sin llevaros una pequeña carta de agradecimiento en nombre de todas las mujeres de las zonas rurales de Meki con las que trabajamos y en nombre de la Comunidad de San Pablo, a la que pertenezco.
Según cuenta la tradición, el rey Baltasar era oriundo de estas tierras etíopes, y ciertamente se sigue notando su presencia entre nosotros, pues cuando menos lo esperamos nos llegan pequeños regalos como el vuestro que nos ayudan a seguir trabajando con el proyecto de cría de cabras lecheras. ¡Muchas gracias a todos por tenernos presentes! ¡Gracias a ti también querido Baltasar!
Hace ya más de un año que iniciamos el proyecto con varias de las mujeres que participan en los grupos de ahorro comunitario de las zonas rurales. Estos grupos se reúnen cada quince días a la sombra de árboles hermosos para poner una cantidad establecida de dinero en una caja de ahorros comunitaria. Cuando una mujer quiere organizar un pequeño negocio (comprar gallinas, vender tomates…) pide un préstamo a su grupo de ahorro, y lo devuelve con intereses. Al cabo de un año todas recuperan el dinero ahorrado más los intereses generados, y vuelven a empezar un nuevo ahorro. Viene a ser un pequeño banco comunitario que les permite ahorrar y pedir préstamos cuando los necesitan. Con el proyecto de las cabras lecheras queremos que estas mujeres puedan tener una nueva fuente de ingresos y no depender económicamente de sus esposos o familiares.
En la zona de Meki cuando los niños enferman, las madres les dan leche de cabra porque saben que tiene muchas propiedades beneficiosas para la salud. Hace años era abundante la leche de cabra, pero en los últimos años las cabras se crían sólo para producir carne y no leche. Es por eso por lo que decidimos empezar este proyecto. La demanda de leche de cabra es grande, pero los cuidados especiales que necesitan estas cabras también. En el proyecto estamos dando mucha formación y un buen seguimiento a todas las mujeres que participan en él para garantizar una buena producción de leche, un buen manejo de los materiales de ordeño y adecuadas condiciones higiénicas para garantizar la venta.
Empezamos hace más de un año con 70 mujeres y 140 cabras. La mayoría de las cabras ya criaron, y ahora estamos en el proceso de que se acostumbren a ordeñarlas para que produzcan cada vez más leche. Lo primero que queremos conseguir es que las familias que crían cabras sean las primeras en consumir la leche para mejorar la alimentación de sus hijos. A medida que tengan más cabras, y produzcan más leche, podrán venderla y así generar ingresos. Ya tenemos un buen puesto de venta en el centro de capacitación de mujeres que tenemos en Meki, donde damos cursos de cocina y podremos hacer yogures y quesos para vender en nuestro restaurante casero. El café con leche de nuestra cafetería será café etíope con leche de cabra, ¡¡seguro que estará buenísimo!!
Con la ayuda que nos habéis hecho llegar podremos comprar más cabras y hacer que más mujeres participen en el proyecto. Ojalá que cuando nos vuelva a visitar Mariluz le podamos ofrecer un estupendo queso de cabra para compartir con todos vosotros.
Os dejo con una foto de la primera cabrita nueva que nos nació y os envío muchos besos y saludos desde Meki. 

Con mucho cariño,
María José Morales (Comunidad de San Pablo)

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