domingo, 16 de diciembre de 2018


GIJÓN 2018                                       VI ENCUENTRO DE REDES CRISTIANAS

REDES CRISTIANAS tiene su asamblea fundacional en Madrid el 2006. Tras ella vinieron Bilbao 2009, Jerez 2011, Santiago 2013, de nuevo Madrid 2015 y a partir de aquí se decide un cambio de nombre – y de planteamiento – para denominarse VI Encuentro. Esto ha sido lo que hemos compartido del viernes 30 de noviembre al domingo 2 de diciembre unas 120 personas de Galicia, Asturias, Navarra, Aragón, Cataluña, Castilla-León, Madrid, Valencia, Tenerife, Chile y Honduras.
El lema del encuentro era ACCIÓN LIBERADORA HOY. Conmemorando el 40º aniversario de la muerte de Gaspar García Laviana (Asturias 1941 – Nicaragua 1978), Misionero del Sagrado Corazón que en 1969 se ofrece voluntario para ir a Nicaragua y, a la vista de la situación del campesinado nicaragüense en la dictadura de Anastasio Somoza hijo, decide incorporarse al Frente Sandinista para engrosar la nómina de curas guerrilleros, como el colombiano Camilo Torres o los aragoneses Manuel Pérez, Domingo Laín o José Antonio Jiménez.
Se trataba de ver cómo se traducía hoy el compromiso profético tan particular que asumieron en aquellos momentos esos sacerdotes. Para ello se contó con una ponencia de Teresa Forcades, monja benedictina, y con diez talleres en los que se reflexionó, sobre democracia participativa, igualdad, violencia de género, medios de comunicación (¿desinformación?), laicismo, cuidado de la tierra o globalización.
Teresa Forcades nos alertó sobre uno de los aspectos que consideraba más preocupante de nuestro momento: la alienación laboral, la separación entre los que toman las decisiones y los que las van a ejecutar.
Reseñamos en documento específico las Conclusiones de los talleres y las Líneas programáticas para el trabajo de los colectivos miembros en el trienio 2018-2021, hasta su revisión en el VII Encuentro.
Como es habitual, se dio cuenta de la trayectoria de Redes Cristianas desde la anterior reunión (Madrid 2015) y se exhortó a los colectivos a incorporarse a la coordinadora para poder renovar su composición.
Las jornadas terminaron con un acto público - una concentración de todos los participantes  en una plaza aledaña - en el que se leyó un manifiesto redactado para la ocasión.
Los asturianos, que conformaban la mitad de los inscritos, derrocharon esfuerzos para lograr el mejor encaje posible de todas las piezas que tienen estos eventos, cosa que consiguieron de forma encomiable.
Más allá de “resultados” teóricos, el valor de estos encuentros – que no congresos - está en el propio hecho de celebrarlos, de mostrar la voluntad de llevar adelante esa sinergia entre grupos cristianos de diferentes idiosincrasias que tienen un afán común: trabajar por un mundo en donde todas las personas de todos los países puedan vivir en dignidad así como conservarlo para las futuras generaciones.

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