lunes, 4 de agosto de 2025

 

“EL CRISTIANISMO DE BASE EN EL ANTIFRANQUISMO"

Mesa redonda convocada por los colectivos
AMALGAMA y PENSAMIENTO CRÍTICO.
Intervención de Santiago Villamayor, exjesuita obrero
Zaragoza 30/05/2025

En la mesa redonda se expusieron las perspectivas de la HOAC y de la JOC, de las parroquias de periferia, de la Comunidades Cristianas Poulares y de la Misión Obrera que me correspondió a mi. El periodo se circunscribió a la década de los 70. Esta exposición no será tanto un estudio crítico cuanto un recordatorio vivencial.

SENTIDO DE ESTA MEMORIA HISTORICA
            
Suelo expresar sentimientos muy diversos cuando recuerdo esa década de los 70, tan intensa y volcada enteramente en la caída del franquismo, en la construcción de la democracia y la transición a un nuevo cristianismo. Años en los que arriesgamos el puesto de trabajo y la familia, cambiamos las creencias, perdimos salud, incluso pisamos la cárcel y algunos sufrieron tortura y muerte. Cuando nos desclasamos y lo dimos todo a pecho descubierto.

¡ Y ha cambiado todo tanto ! La sociedad y nosotros. Por eso, uno de estos sentimientos es de satisfacción, por lo vivido, por lo logrado. Tenemos un país diferente, un estado de derecho y bienestar, el 70% de la población vive con cierto desahogo, (el 30 roza la pobreza).

1. MISIÓN OBRERA Y PROLETARIZACIÓN.
“Nazarín” de Luis Buñuel

Y este “desde” los pobres, expresado en el Pacto de las Catacumbas[1], nos llevó a la proletarización o naturalización con la clase obrera. El pobre era el obrero que además vivía en barrios deficientes. Y la misión obrera, un movimiento pequeño pero muy comprometido, curas, seminaristas, religiosas y militantes cristianos, que entendieron eso del amor al prójimo como un aproximarse en todo a los pobres, a los trabajadores asalariados. Un nacer de nuevo en otra clase social, con otros vecinos. Una identificación mayor con el Jesús de los marginados que con el Hijo de Dios encarnado. Ponerse en el lugar del otro no solo moralmente sin tambien físicamente. Con su trabajo, su vida, para experimentar en propia carne las condiciones de bronce, que imponía el sistema en esos años. Era Engels el que decía que no se piensa igual desde un palacio que desde una cabaña.


Eso fue la MISION OBRERA
Objetivamente

El trabajo manual asalariado
La vida en barrio
El bolsillo escaso
El compromiso sociopolítico
La voluntad de permanencia en la base social
La pertenencia critica a la Iglesia



2. LA CONDICIÓN OBRERA.
“Tiempos modernos”, de Chaplin.

La inmigración de los pueblos:

Los ministros Lopez Rosó y Lopez Bravo crearon en esos años los Polos de desarrollo en varias ciudades grandes del país y allí se concentró la inmigración. España comenzaba a industrializarse y a crecer gracias sobre todo a una mano de obra barata. Los inmigrantes venían del Sur, andaluces, extremeños, murcianos (llamar a uno murciano era algo así como llamare gitano u hoy “moro”) Llegaban en carros y vagones de 3ª, estaban realquilados, en habitaciones y parcelas, algunos con derecho a cocina (recuérdese la película “linea 47”). Las condiciones de trabajo eran duras, sin sindicatos, encargados tiranos, barriadas sin servicios…



3. MISIÓN OBRERA EN ZARAGOZA. RECUERDO DE BELÉN
“Un lugar en el mundo” entre la clase obrera y la Iglesia

Llegué al Picarral en 1970 y me encontré en el corazón de la Misión obrera, foco de una revolución humanista, política y profética. Habíamos dejado esa religión sobrenaturalista, de derechas, burguesa, moralista y doctrinal y nos guiaban los otros hilos de la tradición: la mística y la defensa de la justicia y la fraternidad. Y entramos en las  comunidades entre los pobres, en la Izquierda  de Dios, en La Teología de la liberación. Una teología de abajo a arriba, con un nuevo lenguaje: la caridad “se llamaba” solidaridad; la salvación, liberación; el “Reino de Dios”, la sociedad igualitaria y fraternal sin clases; el apostolado, compromiso; Dios, el grito y alegría de los pobres


El colectivo de Belén

Allí estaban Juan Hacha, Eugenio Arraiza, Luis Anoro, Carmelo Martínez, Manolo Fortuny, y llegamos, primero Jacinto Lasheras y luego Luis de Pablo, y yo. Jacinto se fue a las Graveras, un barrio de gitanos. Con Luis nos fuimos de patrona a casa de Asunción y Florencio. Asunción nos enseño el valor del sufrimiento y de la resiliencia y el compromiso: dos hijas con parálisis progresiva, un hijito atropellado por un camión y su marido fallecido prematuramente.

Había más lugares proféticos en la periferia de Zaragoza; en S. Lino, S. Agustín, la Jota, La Química, Oliver, Valdefierro, Torrero, Casablanca. Abogados laboralistas (que no los “profesionales cristianos”). Cristianos por el socialismo, diáconos de Oliver, salesianos de Las Fuentes, Carmelitas de la Química, Lourdes y Pili en Valdefierro, etc

Una posición critica frente a la Iglesia caracterizaba tambien a la Misión Obrera. La jerarquía en general estuvo con la sublevaron franquista y algunos obispos eran miembros de las Cortes y del Consejo del Reino. Por fidelidad obrera y por rescatar la Iglesia de los pobres tuvo lugar el siguiente acto de protesta en la Iglesia de Santa Rita


El cristianismo como puente del cambio de clase. La lucha obrera fue cosa de los trabajadores pero se solidarizaron con ellos algunos sacerdotes y miembros de las ordenes religiosas conversas y de la burguesía sincera. Los colegios de jesuitas recibían por entonces alumno de las clases altas. Algunos de ellos se tomaron en serio la sinceridad para con el evangelio y se proletarizaron. Con estudios en universidades extranjeras, varios idiomas y larga formación, no tuvieron a menos insertares como currantes en las barriadas de las grandes ciudades. Constituyeron un aldabonazo muy fuerte entre sus familias, la Iglesia y la sociedad en general.


4. LA QUÍMICA LUEGO LA ALMOZARA
“Selma” Convergencia de esperanzas y activismos.



La lucha en el barrio

Donde más se proyectó la acción de los cristianos de base fue en los barrios.. Siempre de forma anónima, sin constituirse en ninguna organización paralela a los partidos de izquierdas Al principio las asociaciones se constituyeron según las normas del régimen franquista, Asociaciones de Cabezas de Familia. Era la tapadera legal para la lucha clandestina que se llevaba a cabo fundamentalmente por los comités de barrios. Nuevos compañeros jesuitas se incorporaron a la misión obrera y tuvimos que formar un nuevo equipo y decidir a en qué barrio nos situamos pues no cabíamos en el Picarral.



5.-PEQUEÑO EXCURSO POSTERIOR

Y es el momento de explicar esa perspectiva de una democracia radical y de consenso. Ya en aquellos tiempos del postfranquismo se atisbaba la ruptura con los estereotipos del marxismo ortodoxo: el proletariado como sujeto histórico; la lucha de clases como motor de la revolución, el materialismo histórico como doctrina determinista y científica y la sociedad sin clases como destino infalible o final de la historia.



CONCLUSIÓN…

Comenzába la intervención con cierta resignación porque queda mucho para ese sueño de la igualdad y la fraternidad, y la sociedad se ha aburguesado. Pero acabamos también con una satisfacción mayor por todo lo cambiado.

La presencia de los cristianos de base en la lucha contra el frnquismo y la liberación de los pobres fue muy importante. Carrillo atribuía el cambio democrático a la labor conjunta de Comisiones Obreras y los cristianos de base. Pero además situó a una parte de la Iglesia a la izquierda de Dios

El comunismo y las tradiciones revolucionarias fueron nuestros compañeros de viaje antes que las jerarquías católicas vinculadas a la sublevación franquista. El comunismo humanista dejó de tener la cara temible de la expropiación de la propieda privada.
En estos tiempos de impotencia en la acción