jueves, 24 de febrero de 2022

Abraham.

El miércoles 16-2-2022 fallecía en una fábrica abandonada de la periferia de Valencia, Abraham, un inmigrante de 53 años, enfermo grave de cáncer hepático. Trabajaba, a pesar de su enfermedad, recogiendo naranjas en el campo cuando lo contrataban (de palabra), y enviaba todo el dinero que podía a su familia en Ghana, su mujer y tres hijos. Un compañero de la veintena que viven en la fábrica abandonada, sin luz, ni agua, ni comida, encontró a Abraham muerto al raso de la noche.

Abraham.

Al raso de la noche,

en invierno,

sin luz ni agua ni comida;

una fábrica abandonada era tu albergue,

trabajando en el campo

a pesar de la grave enfermedad de cáncer hepático.

Sin papeles, sin derechos,

sin atención médica de tu enfermedad,

al raso de la noche,

en invierno, una muerte fría.

Tu mujer y tus hijos en tu país, Ghana,

viuda y huérfanos de ti.

No te conozco, Abraham,

pero muchos como tú viven y mueren como tú,

del frío de esta sociedad indiferente,

sin papeles de una ley de extranjería cruel,

sin luz de esperanza en una noche al raso,

sin agua de alivio de una vida digna,

sin cama de hospital para un enfermo grave,

sin una mano de amor para una muerte digna.

Uno de tantos y tantas invisibles

que viven y sufren y mueren a nuestro lado.

Abraham, hermano, no te conozco

pero me tocas el alma

con un escalofrío de indignación,

un silencio de vergüenza

y una oración de dolor.

(Deme Orte)

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