viernes, 1 de mayo de 2020


Círculo de Silencio 1 de Mayo en casa


Hoy al unirnos de forma virtual, QUEREMOS ACORDARNOS DE TODOS LOS AFECTADOS DIRECTAMENTE POR EL CORONAVIRUS: los enfermos, los que han fallecido y las familias que lloran por la muerte de sus seres queridos.

Este tiempo de Crisis Sanitaria, en la que debemos estar Confinados, ESTÁ CAMBIANDO REPENTINAMENTE LA VIDA DE MILLONES DE PERSONAS. Para muchos, a pesar de la incertidumbre, la falta de libertad, la preocupación por nuestras familias o por el futuro de nuestra sociedad, permanecer en casa está siendo una ocasión para reflexionar, para detener el frenético ritmo de vida, para tratar de otear otro futuro mejor para todos. Muchos redescubrimos el valor de convivir con nuestras personas más queridas, o al menos tenemos medios para acercarnos virtualmente a ellos. A todos nos preocupan especialmente nuestros mayores, que sufren nuestra distancia y su soledad.

PERO PARA MUCHAS PERSONAS MIGRANTES Y REFUGIADAS, ESTE TIEMPO ESTÁ SIENDO ESPECIALMENTE DRAMÁTICO: se trata, en muchos casos, de sobrevivir, conseguir cubrir sus necesidades mínimas; no contagiarse, en condiciones ambientales con muy pocas medidas de seguridad y de acceso a la sanidad; y su futuro se presenta todavía más complicado de lo que ya estaba. Además, gran parte de sus personas queridas, especialmente las personas mayores, están a muchos kilómetros de distancia, y en países donde la indefensión ante la pandemia es muchísimo mayor.
Esta crisis, como todas las crisis, golpea más duramente a los más vulnerables.
Hemos visto cómo personas migrantes, junto a otras muchas personas empobrecidas y en situación de exclusión social, no podían cumplir el requerimiento del gobierno de protegerse en sus hogares porque viven en la calle o en campamentos improvisados junto a las grandes explotaciones agrícolas donde trabajan o hacinados en campos de refugiados.
Otras viven en pisos diminutos que comparten con muchas personas, porque no pueden permitirse nada mejor.

Las personas que trabajaban en economía irregular, la mayoría realizando tareas que hoy más que nunca consideramos esenciales: como el campo o los cuidados, se encuentran ahora en una situación especialmente vulnerable.
Incluso las personas migrantes en situación regular, se encuentran con que realizaban trabajos precarios, con gran falta de derechos que el resto de trabajadores tenía. Y eso les lleva ahora a situaciones de indefensión. Es el caso, por ejemplo de las empleadas de hogar que se han quedado en la calle.

QUEREMOS VALORAR LAS INICIATIVAS DE SOLIDARIDAD que han surgido durante este tiempo, EN LAS QUE SE VUELCAN PERSONAS DE MUCHAS PROCEDENCIAS, RELIGIONES Y CULTURAS y que animan nuestra esperanza:

Redes de apoyo locales, por barrios, para atender a las necesidades de los vecinos
Familias vecinas que salen al paso unos de otros: aportando bienes o servicios
Cajas de ayuda a manteros
Aportaciones a los bancos de alimentos…
Centros de menores extranjeros que confeccionan las ansiadas mascarillas con ilusión, queriendo aportar su granito de arena.
Personas del mundo de la cultura, de la música, de todo el mundo, que se unen para expresar, sensibilizar o apoyar a ONGs.
ONGs que siguen trabajando para dar respuesta a situaciones de crisis en países del Tercer mundo, por el coronavirus o por otras causas igual de dramáticas para ellos.
Barcos que siguen saliendo al rescate de personas en el mar.
Grupos que siguen atendiendo a las personas vulnerables en las fronteras, en su lucha por la supervivencia y en su búsqueda de un futuro mejor. Podríamos seguir enumerando acciones necesarias y positivas...

PERO ES RESPONSABILIDAD DE LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS DAR RESPUESTA A TODAS ESAS SITUACIONES QUE SE GENERAN A NIVEL ESTRUCTURAL.
Nos alegramos cuando se notificó la aprobación de prestaciones extraordinarias, para dar respuesta a algunas de estas necesidades urgentes, o cuando se habla de establecer un ingreso mínimo vital… pero la realidad es que ese dinero no está llegando, ni siquiera ha salido la regulación de los trámites necesarios para solicitarlas, además de que solo sirven para paliar un poco la situación.

En estos días se ha puesto de manifiesto lo esencial que es para nuestra sociedad el trabajo que desarrollan las personas migrantes. Frente al discurso excluyente de otras veces, hoy se constata que los necesitamos. No se puede prescindir del trabajo en el campo, en los hogares, en los cuidados, en la limpieza aún cuando el resto de trabajos se paralizan... Y sabemos quienes aceptan esos trabajos, a pesar de su dureza.

Hoy especialmente QUEREMOS RECLAMAR LA REGULARIZACIÓN DE TODAS LAS PERSONAS MIGRANTES QUE ESTÁN EN EL TERRITORIO ESPAÑOL. Como ya se ha hecho en países vecinos. Es un derecho para ellos, y un bien para toda la sociedad.
Sólo de esa manera tendrán acceso al trabajo, a todos los derechos básicos , y podrán realizar su aportación al bien común con libertad y dignidad.

Así mismo, VALORAMOS LA LIBERACIÓN DE LAS PERSONAS QUE SE ENCONTRABAN ENCERRADAS Y HACINADAS EN LOS CIEs. 
RECLAMAMOS QUE NO SE DEN PASOS ATRÁS, en las fases sucesivas de desconfinamiento. No han cometido ningún delito por el que se les pueda encerrar. Tienen derecho a estar en libertad mientras se resuelven sus trámites administrativos.

SI ALGO NOS ESTÁ ENSEÑANDO ESTA SITUACIÓN DE CRISIS EXTREMA que nosotros, los del Norte, no habíamos vivido, es que O NOS SALVAMOS TODOS JUNTOS, O NO SALDREMOS DE ELLA.
NOS NECESITAMOS UNOS A OTROS.

Suenan vientos de cambio….NOSOTROS APOSTAMOS POR LA SOLIDARIDAD, LA LIBERTAD Y LA VIDA,EMPEZANDO POR LOS MÁS VULNERABLES

Os invitamos a ver, escuchar y dejarnos envolver por la sensibilidad de estos vídeos y las personas que los han realizado

Para terminar como siempre, “No me llames extranjero

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