Varias personas de las comunidades de
CODEF y Torrero1,
celebramos la Semana Santa en
Santa María de Huerta, en la Casa
de Espiritualidad
del Sgrado Corazón
Los evangelios nos dicen que Jesús celebró con sus discípulos y discípulas una cena ¿pascual?, ¿de amistad?... Ciertamente en los días cercanos a la celebración de la Pascua judía, pero en ese momento no tenían conciencia de que era una despedida, escucharon las palabras de su maestro sin saber que les estaba ofreciendo su testamento vital. Solo mucho más tarde pudieron rescatar ese testamento de vida que les dejó su maestro y hacerlo el núcleo de su manera de vivir y de su predicación.
Es cierto, por lo que recogen las fuentes, que fue una cena cargada de tensión, desconcierto, dolor, las amenazas sobre la vida de Jesús les pesaba como una losa, la posibilidad de una traición, y el miedo real a que atentaran contra su vida rondaba en el ambiente, pero ciertamente no esperaban ese rápido desenlace.
Leyendo el evangelio de Juan, donde elabora, posteriormente, un largo discurso en el que recuerda el núcleo del mensaje de Jesús y por tanto de alguna manera lo reconoce como su testamento: “Que os améis como yo os he amado” (Jn 13,34).
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